Espero que dentro de cinco años no debamos preguntarnos por qué la red española está en manos de la derecha, como hasta ahora. Pero si la cuestión sigue siendo entonces pertinente, la respuesta continuará siendo la misma que hoy: por la desidia de quienes -pudiendo apoyar proyectos periodísticos independientes- prefieren ejercer de meros observadores del desastre, sin olvidar a aquellos que ven en los medios sin ánimo de lucro, es decir, sin estructura empresarial ni periodística, la mejor salida a una hegemonía liberal-conservadora